Siempre fiel al principio de que todo es provisional y nada definitivo, Gatti recupera continuamente textos del pasado y los reescribe; es el caso del poema Muerte-obrero, una obra de los años sesenta que entonces se tituló El cercado, en referencia a una película, escrita y dirigida por el propio Gatti, sobre los campos de concentración nazis. Universo y padre están omnipresentes en la poesía gattiana, para él decir padre es decir universo y decir universoes decir el otro, el camarada, el ejecutado, el desaparecido, en definitiva todos aquellos que no han tenido su merecido lugar en la historia, y el hijo hereda la misión del padre de rehabilitarlos mediante la palabra y de este modo reinsertarlos en el mundo. En el destino de estos...