El siglo XX es pasado, pero no lejano. Está presente en este XXI no sólo en la concatenación más o menos causal de acontecimientos históricos, sino sobre todo en la emergencia de valores, ideas y formas de entender la condición humana, de vivir, de convivir, de trabajar, de amar, y también de morir. Conocerlo puede ser vital.
Desde los principios del XXI vivimos con una impresión de velocidad, seguramente porque hemos dejado atrás demasiadas cosas, y a la vez porque han aparecido otras nuevas, de forma que se han aparecido expresiones como neocolonialismo, condición humana, depresión, genocidio, hippie, robot, socialdemocracia, estado del bienestar, big-bang, estrés, nanotecnología, o globalización…
El espacio físico se ha hecho...