La academia Raxter lleva dieciocho meses en cuarentena y, desde entonces, las chicas han tenido que ver cómo las profesoras empezaban a morir, cómo ellas mismas caían infectadas, experimentando mutaciones en sus cuerpos... eso, las que sobrevivían. El top las ha dejado aisladas en la isla, y ni siquiera se atreven a traspasar la verja, por lo que pueda haber en el bosque, también contaminado... Esperan una cura que no saben si llegará. Sin embargo, con la desaparición de una de las chicas, Hetty se saltará todas las normas y enfrentará peligros y verdades para los que, quizá, no estaba preparada.
¿Un virus desconocido que obliga a las protagonistas a confinarse y con miedo a lo que hay en el exterior? Vaya, de qué me suena... Puede que para algunos no sea el momento ideal para leer algo así, pero a mí me llamaba poderosamente, y por eso no tardé mucho en hincarle el diente... ¡y menudo enganche!
La idea que se desarrolla, las consecuencias del aislamiento, tanto en sus cuerpos como en sus mentes, el miedo ante lo desconocido, la esperanza por la cura... y la ambientación: el bosque, lo que se esconde en él, lo que ha provocado el tox... desde luego, consigue que te metas de lleno en la historia, y es un punto a su favor, así como lo ágil que es, lo fácil que es engancharse, y las ganas que tienes de que te dé más información.
Sin embargo, hasta ahí puedo decir de los puntos positivos, y es que, si bien era una novela que prometía mucho, también me ha parecido que cojeaba en distintos aspectos: los personajes, que son planos, y que si bien se trata de chicas muy jóvenes que se encuentran en una situación límite, tienen unos comportamientos... muy poco creíbles, ¿y las relaciones que se establecen entre ellas? La violencia, la ¿amistad?, ¿el amor? Vale que lo que prime sea la supervivencia, pero mientras que se pasan media novela defendiendo unos ideales, luego ¡bam!, hacen todo lo contrario, o se comportan de forma muy estúpida (sorprendente que no hayan muerto antes tal y como estaban las cosas).
Y lo peor para mí en este tipo de historias: el final abierto. Cada vez que leo una novela del estilo, siempre rezo por que nos den toda la información que necesitamos: el origen del desastre, el desarrollo del mismo, y el desenlace. Pues mira que parece que no les da la gana a los autores... en esta ocasión, si bien sí se nos explica mínimamente qué puede haber ocurrido, nos encontramos con un desenlace anticlimático, que deja todos los hilos sueltos y que resulta de lo más frustrante. Por lo que he podido encontrar, se trata de un libro autoconclusivo. Ojalá que no.
El libro me ha provocado sentimientos encontrados: mientras que la idea era genial, y la ambientación y el virus estaban tratados de una forma muy interesante, las protagonistas y sus relaciones no me han cautivado, y el desenlace me ha dejado decepcionada.