Reconozco que el libro comenzó la mar de bien, siendo una historia que me atrapó, y con muchísimo potencial: un héroe al que se lo han dado todo hecho y que, en realidad, no sería capaz de sobrevivir solo y que necesita una maestra de verdad que le enseñe el camino; una nación en guerra, una persecución, mucho drama y acción... ¿cómo te va a aburrir un libro así?
Y es cierto que no aburre, pero reconozco que se me hizo bastante inconexo, con muchos saltos de punto de vista, multitud de personajes que no terminan de cautivar ni cuya historia tiene demasiado sentido hasta el final. Y aun así... siento que no hacía falta que tuvieran sus propios capítulos como protagonistas, sinceramente. Enrevesarlo demasiado para que a la historia le cueste avanzar y, finalmente, quede sumamente introductoria.
Es verdad que el desarrollo de Jian a lo largo de la novela ha sido fantástico, y me lo he pasado pipa con lo deslenguada que es Taishi, pero más allá de eso ha sido una lectura algo frustrante.
