En un solo día, Darcy abandona su trabajo, rompe la relación con su pareja, y recibe una llamada que le hace volver a donde prometió que jamás volvería: Tofino, un pueblo que tuvo que abandonar hace ya años, y que le dejó el corazón roto y una maleta llena de sueños sin cumplir. Al volver y reencontrarse con todo lo que tuvo que dejar atrás, se da cuenta de que lleva años huyendo, centrándose en su propio dolor y negándose a recordar, aunque puede que eso fuera exactamente lo que necesitaba para seguir adelante.
No sé vosotros, pero yo cuando empiezo un libro romántico, ya voy mentalizada para el drama, porque ¡necesito que me achuche el corazón, me haga sufrir, ilusionarme, y que, para acabar, me deje con una sensación de felicidad total! Eso es exactamente lo que busco, y como sé que lo voy a encontrar en las novelas de María, siempre son una buena elección.
Una vez más, esta ha sido una novela que ha conseguido atraparme y conmoverme desde las primeras páginas: la situación en la que se encuentra Darcy, insatisfecha con su vida, y la terrible llamada de teléfono que recibe, que la lleva a reencontrarse con su pasado: su abuelo, a quien tanto quería, y Declan, su primer amor, quien la abandonó cuando más lo necesitaba. Y, al volver a Tofino, se da cuenta de que nada es como imaginaba, que ella también ha dejado atrás a la gente, que no se ha planteado mirar atrás durante todos estos años, y que, en ocasiones, también somos culpables aunque no nos demos cuenta.
Además de todos los sentimientos que se reflejan a lo largo de la novela, tengo que decir que me ha encantado la evolución que sufren ambos protagonistas, tanto ella, Darcy, al enfrentarse a sus miedos, al decidir luchar por lo que quiere y descubrir quién es realmente, como él, Declan, al aceptar la realidad, al decidir avanzar, aunque sea doloroso, es verdad que he sentido que le faltaba un poco de profundidad, algo que lo hiciese especial, en lugar de ser tan bueno y perfecto. Y, sin duda, un punto a tener en cuenta es el personaje del abuelo de Darcy, del que me hubiera encantado que hubiera más capítulos y más información: su historia, su cariño, ha sido precioso.